Uno de los momentos más difíciles que he vivido fue cuando en medio de la cuarentena por el coronavirus mi pequeño Luan estuvo enfermo, y tras visitar a muchos médicos y seguir muchos tratamientos, la enfermedad no cedía. Al inicio de ese tiempo de prueba experimenté interminables días y noches de angustia y ansiedad al ver sufrir a mi pequeño, sentí aflicción por no poder aliviar su malestar, sentí impotencia por no tener el poder para sanarlo, y sentí que Dios no escuchaba mis oraciones, tal vez te sientas identificado con alguno de éstos sentimientos.
Sin embargo, debo decir que aquel tiempo fue uno de los momentos más gratificantes que he vivido, ya que pude experimentar el amor de Dios, pues de manera milagrosa recibí consuelo, amor, paz, fe y gozo para atravesar por esa prueba de fe; no recibí lo que tanto pedía a Dios, sino recibí lo que tanto necesitaba, vivir en la presencia de Dios todos los días y depender de Él al 100%.
Tiempo después Luan mostró mejoría en su salud de forma milagrosa y cada vez que aún hay indicios de que la enfermedad quiere regresar, mi corazón ya no responde con ansiedad o aflicción sino con fe y paz porque tengo la certeza de que Dios cuida de nosotros aún cuando no pueda verlo.
Hoy quisiera compartir contigo las verdades que se han afianzado en mi corazón después de ese tiempo de prueba, de manera que sirva de testimonio del amor de Dios por nosotros:
- Dios es soberano, esto quiere decir que en todo tiempo y lugar Él tiene el control de todo, nada le toma por sorpresa, Él usará personas, circunstancias y medios para llevar a cabo su voluntad, la cual es buena, agradable y perfecta. (Salmos 135:6)
- Dios no nos ha prometido bienestar en este mundo: Jesús dijo: «En el mundo tendrán aflicción, pero tranquilos yo he vencido al mundo», quiere decir que no esperemos tener vidas felices sin pasar por aflicciones, sino más bien que estemos tranquilos porque cuando pasemos por esos momentos difíciles Él estará con nosotros. (Juan 16:33)
- Todo lo que nos sucede coopera para bien (Jeremías 29:11)
- Dios no es un genio de la lámpara maravillosa que hará lo que nosotros queramos, sino que hará lo que es conforme a Su perfecta voluntad. Jesús nos dice que le pidamos a Dios Padre con la esperanza de que Él nos dará lo que necesitamos y no lo que queremos, porque Él sabe lo que es mejor para nosotros. (Mateo 6:10)
- Dios debe ser alabado y adorado en todo tiempo, no solo cuando nos sintamos felices y en nuestra zona de confort, sino también en aquellos momentos en los que nos sintamos desfallecer. (Salmos 107)
- Dios se compadece de nuestros sufrimientos y tenemos que acercarnos a Él para recibir misericordia y gracia. (Hebreos 4:15-16)
- Los tiempos de aflicción son necesarios para que nuestra dependencia de Dios aumente, es como si fuésemos oro y necesitamos pasar por fuego para ser purificados. (Malaquías 3:1-4)
- El amor de Dios es todo lo que necesitamos, porque su poder se perfecciona en nuestras debilidades. (2 Corintios 12:9)
Es mi oración que Dios pueda llenarte de su amor y que estas verdades calen profundamente en tu corazón.
Este artículo se publicó originalmente en Bienaventurada.
Autor
Es miembro de la Iglesia Bautista Gracia, y sirve en el ministerio de Cuna. Reside en Lima, Perú, con su esposo Danny Mercado y su hijo Luan. Es hija y sierva de Dios por su infinita gracia, le fascina leer, escribir, aprender y enseñar la Palabra de Dios .Es licenciada en Administración, especialista en Certificaciones ISO. Actualmente se dedica a tiempo completo a su familia y en sus tiempos libres escribe artículos para la Gloria de Dios.
- Pierina Solishttps://blog.graciaenlima.com/author/pierina/
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